Entre finales del siglo XIX y principios del XX, un grupo de compositores, críticos musicales y agentes culturales preocupados por el futuro de la música vasca se embarcaron en un proyecto que, si bien poco recordado hoy, generó una ilusión y adhesión social inusual: la ópera vasca. No obstante, pese al aparente éxito de la empresa, existen todavía muchas incógnitas sobre la cuestión. ¿Quiénes estaban detrás del proyecto? ¿Qué influencias internacionales recibieron? ¿Cómo fue interpretada tanto en el País Vasco como fuera de él? Y sobre todo, ¿a qué propósitos políticos respondía exactamente? Este texto busca las claves interpretativas y puntos de contacto que definieron la relación entre la ópera vasca y la música española. Desde el periodo finisecular vasco hasta el Madrid de la Gran Guerra, pasando por el París de la Belle Époque, este libro hace emerger las problemáticas que unieron o desunieron los significados de tales conceptos y, con ello, plantear si la ópera vasca pudo ser un modelo alternativo de música española.
Contenido
Índice de figuras. Índice de ejemplos musicales. Índice de tablas. Abreviaturas. Introducción.
CAPÍTULO 1. RAPSODIA VASCA: LA MÚSICA DEL FUERISMO. 1.1 Amaya o los vascos a finales del siglo XIX. 1.2 El cancionero vasco de José Manterola (1878-1880) 1.3 La música en el Consistorio de Juegos Florales Euskaros. 1.4.Un ritmo, un mito y un problema: el zortziko.
CAPÍTULO 2: LA NAVARRAISE O LA MALDICIÓN DE CARMEN: 2.1 La cigarette. (1888) 2.2 La Navarraise o la «Calvelleria espanolaŽŽ. 2.3 Guernica (1895): ¿una renovación fallida?
CAPÍTULO 3: LE PAYS DE RAMUNTCHO: 3.1 La imaginación histórica de Charles Bordes. 3.2 Ramuntcho y Chiquito: un País Vasco pintoresco en París. (1908-1909)
CAPÍTULO 4: Y EL ARTE VASCO BAJÓ DE LA MONTAÑA: REGIONALISMO MUSICAL Y DEPURACIÓN ARTÍSTICA EN LA ÓPERA VASCA. 4.1 La ingenieria musical de Francisco Gascue. 4.2 La música de la montaña. 4.2.1 Mendi-Mendiyan (1910) 4.2.2 Mirentxu (1910)
CAPÍTULO 5: ENTRE LO REGIONAL Y LO NACIONAL: NEGOCIANDO LA ESPAÑOLIDAD DE LA MÚSICA VASCA. 5.1 En estreta harmonia: contextos y relaciones de legitimación regionalista. 5.1.1 Malestar periférico y el sueño compartido de lŽEspanya nova 5.1.2 Voces vascas en Barcelona. 5.1.3 Una ópera regional: Mirentxu en el Liceu (1913) 5.2 El affaire Usandizaga: la polémica en torno a Las golondrinas (1914) 5.3 La música vasca en el Madrid de la Gran Guerra. 5.3.1 Lecturas en disputa: Mirentxu en Madrid (1915) 5.3.2 Guridi en los Conciertos Populares del Círculo de Bellas Artes (1916)
CAPÍTULO 6: AMAYA O EL PASO PARSIFAL VASCO: 6.1 Amaya en Bilbao (1920) 6.1.1 Arte y regeneración vasco-española: la ópera vasca en Hermes. 6.1.2 Proyectos y consensos en torno a Amaya. 6.2 De ocasos y auroras musicales. 6.2.1 Bifurcación de caminos: nuevas y viejas estéticas nacionalistas. 6.2.2 Amaya en el Teatro Real. (1923)
Comienza la primera grabación de la obra del vitoriano Jesús Guridi en un proyecto de la sociedad coral, con la soprano Vanessa Goikoetxea
Noticias de Alava: Maite Redondo 11·09·23 | 11:18 | Actualizado a las 12:47 Enlace a la noticia
La soprano Vanessa Goikoetxea y Julia Guridi, hablando a la entrada del Palacio Euskalduna PABLO VIÑAS
Julia Guridi, hija del compositor gasteiztarra Jesús Guridi, no sale casi nada de casa, sobre todo, desde que dejó de cantar en la Coral de Bilbao coincidiendo con el inicio de la pandemia. “Tengo ya 88 años, ya no veo a nadie que cante con esta edad”, asegura sonriendo.
Pero la ocasión lo merece. La quinta de los seis hijos del compositor vasco se encuentra con la soprano Vanessa Goikoetxea, en presencia de DNA, para hablar de su padre, con motivo de la primera grabación de la ópera en euskera Mirentxu, que Jesús Guridi compuso y se estrenó el 31 de mayo de 1910 en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao, por encargo de la Sociedad Coral de Bilbao.
Y es precisamente la agrupación coralista bilbaína la que lidera la iniciativa de este proyecto, denominado Euskal Opera, que tiene como objetivo la recuperación del patrimonio lírico vasco. En 2021, se recuperó la ópera Maitena, cuya partitura yacía en el archivo foral hasta que la Sociedad Coral de Bilbao decidió rescatarla para grabar un disco junto a la Orquesta Sinfónica de Bilbao y un elenco de solistas. Tras Maitena, este proyecto, que cuenta con el apoyo de la Diputación de Bizkaia, el Gobierno Vasco y Petronor, dio un paso más el año pasado y reconstruyó la partitura de Lide ta Ixidor, de Santos Intxausti, considerado el primer cuento infantil musicalizado en euskera. A partir de hoy, se iniciará la grabación de Mirentxu, para lo que se contará con la participación de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS)y de artistas vascos, entre los que destaca Vanessa Goikoetxea, como Mirentxu.
Julia Guridi tenía 26 años cuando su padre murió repentinamente en su vivienda en la calle Sagasta de Madrid, el 7 de abril de 1961. Su hija le recuerda “como un hombre muy sencillo, una buenísima persona. Hay artistas que suelen ser muy estirados, pero él era todo lo contrario, era muy normal. Además, no se enfadaba nunca. Mi madre se murió cuando yo tenía 11 años, muy joven. Nos dejó a todos muy pequeños, para mi padre fue un golpe muy duro”, rememora con tristeza.
La música siempre ha acompañado a la familia Guridi. Guridi era hijo y bisnieto de músicos: su padre era violinista, su madre tocaba el piano y su bisabuelo por parte materna era el organista y compositor Nicolás Ledesma. “Él tenía la ilusión de que todos estudiáramos algún instrumento, que alguno tocara la trompeta, por ejemplo, pero entre el colegio y otras asuntos nos fuimos poco a poco escaqueando. Yo le dije que quería estudiar solfeo, pero era un poco vaga. En realidad, era una niña y me gustaba jugar, como a todas las niñas. Y cuando tuve que elegir entre piano y violín, que eran los más normales en esa época, dije: violín. Ya se oía mucho el piano en casa. Pero llevábamos la música en la sangre, en casa todo era ambiente musical. Por ahí pasaron muchísimos músicos, y en la familia se hablaba, pero de forma normal. No creas que estábamos todo el tiempo hablando de música, sino de todo, como cualquier familia”, se ríe.
Julia no tiene recuerdos de su infancia en Bilbao porque se trasladaron a Madrid nada más acabar la Guerra Civil y ella apenas tenía cuatro años. “Allí viví hasta unos años después de casarme. Desde entonces, me trasladé a Bilbao y aquí estoy encantada”. La hija del compositor vasco confiesa que se sigue emocionando cuando escucha la música de su padre. “Fue un gran músico y un gran hombre. Compuso obras increíbles como El caserío, Amaya, Mirentxu… Que ahora se grabe esta última ópera me emociona”, confiesa la hija del compositor.
Cuando se le pregunta cuál es la obra preferida de su padre, contesta sin dudar: “Me entusiasma una que para el gran público no es la más conocida: el Cuarteto número 2 en La, el segundo que escribió”.
Ópera en euskera
En un momento de gran proyección estatal e internacional y en medio de una apretada agenda (debutó recientemente en el Covent Garden de Londres, la Ópera de Limoges, el Festival de Peralada o el Real de Madrid), la soprano vasca Vanessa Goikoetxea ha aceptado el reto de interpretar Mirentxu. “Hasta ahora, no se había realizado ninguna grabación de esta ópera, que es una auténtica joya. Fue una zarzuela, Guridi fue haciendo revisiones y pasó a ser una ópera; la aria de Mirentxu es una joya, de hecho, los cantantes la hemos interpretado muchas veces, pero no había ninguna grabación, por eso es tan importante que se haga este proyecto”, afirma la soprano durangarra, para quien será, además, la primera vez que cantará una ópera en euskera.
“Es una experiencia muy interesante. Como cantante lírica, no es normal, interpretamos música vasca, pero no hay tantas óperas en euskera. En realidad, a mí me resulta muy natural porque es mi lengua materna”, explica.
Un rol complicado, que la soprano ha preparado durante este verano. “Guridi es un compositor que en una primera lectura parece muy fácil, pero su escritura es muy complicada. Tiene momentos de sencillez abrumadora, pero otros, en los que se mezclan las voces, las orquestas, buscando dar una multitud de colores, que son muy ricos. El rol es una joya, interactúa con todos los personajes. Estoy encantada de grabar la música de Guridi, que es tan maravillosa”.
Nacida en Florida –su padre era pelotari– aunque creció en Durango, la soprano tiene ya a sus espaldas un gran número de éxitos, entre los que se incluye roles como Donna Anna (Don Giovanni) en su debut en el prestigioso Covent Garden de Londres. Vanessa Goikoetxea está ahora en su mejor momento profesional.
“Este verano he pasado dos semanas en casa, por lo que he podido disfrutar un poco de Euskadi y de mi familia. Pero estoy preparando varios papeles a la vez, además de Mirentxu. Empezamos la grabación este lunes –por hoy–, la acabaremos el viernes y el domingo me iré a Estados Unidos para cantar Alzira de Haendel. Luego, tengo previsto viajar a China, a Italia, volveré a Durango para un concierto con motivo de los 25 años del San Agustín Kultur Gunea. Y luego iré a Niza a cantar Rusalka de Dvorák, un papel que me hace mucha ilusión. Aunque cante mucho Mozart, mi corazón es muy romántico. Me gustan los compositores eslavos, rusos, ese estilo de música me derrite el alma”, ha confesado la soprano.
Vanessa Goikoetxea tiene la fortuna de poder viajar con su familia, con su pareja y su hijo Mark. Su familia supone una base emocional muy importante para su trabajo y “poder estar con ellos es todo un regalo”, confiesa.
FUNCIONES Días 9 y 10 de marzo de 2024 – 17:00 h. y 19:30 h. Enlace a la página
«La música de Jesús Guridi (tan ligado a la Sociedad Coral de Bilbao) aglutina muchas influencias y nos ofrece un resultado absolutamente personal y reconocible»
SALVA tiene doce años y todo lo que sabe de la vida lo aprendió en los videojuegos. Sabe que hay que vigilar el nivel de salud. Que todo se compra con oro. Que necesita experiencia para subir de nivel. Sabe que él es el héroe de la historia, que la muerte de sus padres en un accidente de coche es una backstory, para que el resto de la gente sienta lástima por él y se vuelque en ayudarle.
Salva sabe que el mundo es un juego libre tipo sandbox, que puedes explorar a tu ritmo y que solo existe para que él pueda jugar. Sabe que los obstáculos que le impiden cumplir sus deseos son puzles que debe resolver. Sabe también que los personajes con los que interactúa no son importantes, y por eso puede engañarlos, hacerles daño o incluso sacrificarlos en su propio beneficio.
Salva es muy bueno jugando a videojuegos, ya sean de estrategia, de juego de rol (RPG) o de disparar a zombies (FPS), pero este nuevo juego que se ha descargado se le va a poner muy cuesta arriba, porque el objetivo final es lograr la EMPATÍA, la habilidad para ponerse en el lugar de los demás, y sentir lo que ell@s sienten. Y eso, al contrario que resolver puzles o disparar a zombies, se le da muy mal a Salva.
La música de Jesús Guridi (tan ligado a la Sociedad Coral de Bilbao) aglutina muchas influencias y nos ofrece un resultado absolutamente personal y reconocible. La música de este espectáculo, escrita para coro infantil, une la riqueza armónica del organista consumado, el refinamiento del alumno parisino que se empapa de las novedades musicales al inicio del siglo XX y el conocimiento del folklore y la polifonía clásica. Todo eso y más en una propuesta actual llena de sensibilidad.
Espectáculo sobretitulado.
Música: Jesús Guridi. Dramaturgia: Pako Revueltas, Ángel Mirou. Texto: Ángel Mirou. Dirección escénica: Pako Revueltas. Coro: Coro Infantil de la Sociedad Coral de Bilbao. Director de coro: José Luis Ormazabal. Piano: Alberto Sáez Puente. Interpretes: Gaizka Chamizo, Eneritz Artetxe, Na Gomes, Juanjo Otero, Karmele Matuzola. Diseño de efectos mágicos y asesoramiento: Jon Zabal. Diseño de iluminación: Javier García (Kandela). Traducciones: Idoia Barceló
La familia del compositor vitoriano Jesús Guridi ha entregado a la Fundación Sancho el Sabio Vital un fondo documental con material que ilustra aspectos menos conocidos de su vida familiar y profesional.
Jesús Guridi Bidaola (Vitoria-Gasteiz, 1886 – Madrid, 1961) nació en el número 36 de la calle Florida, y dejó una extensa obra musical perteneciente a multitud de géneros: instrumental, coral, ópera, zarzuela, música de cámara y órgano, con obras popularmente conocidas como ‘Mirentxu’, ‘Amaya’, ‘El Caserío’.
Uno de sus hijos, Javier Guridi, conserva parte de la documentación familiar en su domicilio de Sam Sebastián, que ha cedido la Fundación Sancho el Sabio Vital, la institución elegida para su conservación y difusión.
La documentación sobre Jesús Guridi contiene correspondencia, fotografías familiares y profesionales, partituras, agendas, folletos, postales…
La Fundación Sancho el Sabio Vital ha catalogado y descrito 254 referencias, que se podrán consultar en su web.
El archivo de Guridi ya se ha depositado en Gasteiz. | FOTO: J.M.
Han pasado más de 60 años del fallecimiento de Jesús Guridi, aunque la música del creador vitoriano sigue más que presente. Cada vez que resuenan en algún lugar notas de El caserío, Diez melodías vascas o Amaya, su maestría vuelve a encandilar al público. Eso sí, la huella musical y vital del compositor también se ve reflejada en correspondencia, fotografías familiares y profesionales, agendas, folletos, postales y otros materiales, elementos que, gracias a su familia, se encuentran ahora al cuidado de la Fundación Sancho el Sabio.
Su legado musical se encuentra en diversas instituciones: Eresbil, Biblioteca Nacional, Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Sociedad General de Autores, Fonoteca Nacional… pero sus seis hijos heredaron documentación, objetos y recuerdos de su padre que han conservado hasta ahora, según explicaron ayer desde Fundación Vital. Asimismo, a lo largo de los años, Sancho el Sabio Vital ha recopilado numerosas referencias suyas tanto como autor de partituras musicales como de obras y estudios relacionados con homenajes, biografías o teoría musical. En sus archivos se encuentran también grabaciones musicales en diversos soportes.
Uno de sus hijos, Javier Guridi, conserva parte de la documentación familiar en su domicilio de Donostia. Consciente de su interés, como complemento a la información ya existente en archivos e instituciones públicas, ha decidido ampliar la difusión geográfica de esta documentación familiar, y que sea la ciudad que le vio nacer su destino final, y Sancho el Sabio la institución elegida para su conservación y difusión.
La documentación depositada por la familia Guridi Lana contiene correspondencia, fotografías familiares y profesionales, partituras, agendas, folletos, postales… que ilustran aspectos menos conocidos de su vida familiar y profesional. La entidad dependiente de la Fundación Vital ya ha realizado un catálogo inventario: 254 referencias descritas y digitalizadas, que se podrán consultar en su web (www.sanchoelsabio.eus), más allá de que se pueda acudir a la sede ubicada en Betoño para llevar a cabo las investigaciones que sean menester.
El fondo Jesús Guridi formará parte del proyecto de recuperación de archivos familiares y personales de Sancho el Sabio, proyecto que pretende recopilar, describir y difundir fondos documentales de difícil acceso y de indudable interés para el conocimiento de aspectos de la cultura vasca, según explicaron desde la Vital. Ahora, a este propósito se suma la huella de un compositor inigualable e imprescindible.
El fondo documental del compositor vasco recoge 254 referencias descritas y digitalizadas que pueden consultarse en la página web de la Fundación
La familia del compositor vitoriano Jesús Guridi ha entregado a la Fundación Sancho el Sabio Vital de Vitoria-Gasteiz un fondo documental con material que ilustra aspectos menos conocidos de su vida familiar y profesional. La sede de la Fundación Sancho el Sabio ha acogido este jueves la presentación del fondo documental del compositor vasco, que recoge 254 referencias descritas y digitalizadas que pueden consultarse en su página web.
Jesús Guridi Bidaola (Vitoria-1886 -Madrid, 1961) dejó una extensa obra musical perteneciente a todos los géneros: instrumental, coral, ópera, zarzuela, con obras popularmente conocidas como ‘Mirentxu’, ‘Amaya’, o ‘El Caserío’, entre otras, en las que demostró su gran conocimiento de la música tradicional vasca. Guridi es reconocido como el referente del nacionalismo musical vasco, en la línea de la llamada ‘Generación Falla’, en la que se encuadra su obra.
Vitoria le ha reconocido y recordado constantemente, con la celebración en 1986 del centenario de su nacimiento, una calle con su nombre o la denominación del Conservatorio Jesús Guridi, institución de formación musical de grado superior de la ciudad.
Uno de sus hijos, Javier Guridi, conserva parte de la documentación familiar en su domicilio de Donostia y ha decidido ampliar la difusión geográfica de esta documentación familiar, y que sea la ciudad que le vio nacer, Vitoria, su destino final, y la Fundación Sancho el Sabio Vital, la institución elegida para su conservación y difusión.
La documentación sobre Jesús Guridi depositada por la familia Guridi Lana contiene correspondencia, fotografías familiares y profesionales, partituras, agendas, folletos y postales que ilustran aspectos menos conocidos de su vida familiar y profesional. La Fundación Sancho el Sabio Vital ya ha realizado un catálogo inventario con un total de 254 referencias descritas y digitalizadas, que se podrán consultar en su web: www.sanchoelsabio.eus.
El fondo Jesús Guridi formará parte del proyecto de recuperación de archivos familiares y personales de la fundación que pretende recopilar, describir y difundir fondos documentales de difícil acceso y de indudable interés para el conocimiento de aspectos de la cultura cercana a Vitoria.
La Fundación Sancho el Sabio Vital es uno de los centros de documentación más importantes sobre cultura vasca, conserva la memoria bibliográfica y documental del pueblo vasco a través de su historia y la pluralidad ideológica.
Su biblioteca contiene, desde 1964, un valioso fondo documental en el que se pueden encontrar monografías, publicaciones periódicas, fotografías, manuscritos, mapas y documentación familiar, una importante riqueza patrimonial que le ha convertido en un referente obligado para la investigación sobre la cultura vasca.